Este artículo expone la situación actual del sector frutícola del Alto Valle del Río Negro, cuyos productores desafiaron un ambiente natural desértico incorporando un sistema integral de riego. Cuántas hectáreas
se cultiva de cada fruta, a qué mercados se destina la producción y la importante demanda de mano de obra que genera la actividad.
La región del Alto Valle se sitúa en un ambiente natural desértico característico de la Norpatagonia,
con clima seco y un promedio de 121 mm de precipitaciones anuales. A inicios del siglo XX, a partir
de la construcción de importantes obras públicas de ingeniería hidráulica, se generó un sistema
integral de riego de unas 60.000 hectáreas de los ríos Negro y la confluencia del Limay y el Neuquén,
lo que permitió un proceso de conversión de zona desértica en un oasis de cultivo.
Hoy la región produce aproximadamente 1,2 millones de toneladas anuales de manzanas y peras,
distribuidas casi en partes iguales, que se procesan en 268 empaques y se conservan en 205
frigoríficos.
Superficie cultivada con frutales
Según datos del SENASA, durante 2021 se registraron en la región 35.596 ha de frutales de pepita
y 3.123 ha de frutales de carozo, lo que suman 38.719 ha cultivadas. De esa superficie total, cerca
del 85 % se encuentra en la provincia de Río Negro y el 15 % restante en Neuquén.
Entre los frutales de pepita, la manzana representa poco más de 17.279 ha y la pera 18.266 ha. Entre
los frutales de carozo se destacan duraznos y pelones con cerca de 1.598 ha, seguidos de cerezas
con 666 ha y ciruelas con más de 842 ha.
La superficie plantada con manzanas en la región registra una progresiva disminución en los últimos
diez años, reduciéndose un 26 % al pasar de 23.000 ha en 2011 a 17.279 ha en 2021. A su vez, la
superficie con peras se retrajo un 28 % al pasar de aproximadamente 25.000 ha en el 2011 a 18.266
ha en 2021.
Variedades de pepita
En manzanas, las variedades Red Delicious y Granny Smith en 2021 sumaron 11.242 ha y 2.159 ha
respectivamente, seguidas por Gala con 2.097 ha, conformando entre las tres variedades el 90 % de
la superficie total cultivada con esta especie. En cuanto a las principales variedades de peras, Williams suma 7.404 ha, Packhams 5.341 ha y D’Anjou 2.683 ha. Red Delicious continúa siendo la variedad de manzana más importante del Alto Valle, con cerca del 60 % del total de la superficie plantada (del total de variedades de manzanas), y con una tendencia marcada hacia la preferencia de sus clones mejorados como Super Chief, Chañar 34 y Chañar 28.
Mercados y comercialización
El principal destino de la producción regional de manzanas frescas es el mercado interno con el 32 %
del total, mientras que la exportación representa el 25 % y la industria el 43 %. Por su parte, la pera se
orienta principalmente a exportación (60 %), mientras que el mercado interno constituye el 13 % y la
industria el 27 %.
El consumo de manzanas en el mercado interno es de 6,5 kg/año/habitante, valor que no llega a
alcanzar los 12 kg o más que supo lograr a mediados de los años 90´. Cabe destacar que el consumo
promedio mundial de manzanas es casi el doble de los registros actuales de Argentina.
A su vez, el consumo promedio de peras en Argentina es de 2,5 kg/año por habitante, por tratarse
de una especie que no es tan reconocida por el consumidor local, como sí lo es la manzana. Este
registro ubica a nuestro país por debajo de la media de la Unión Europea (3,7 kg/hab/año), sin
embargo, está por encima de países como Estados Unidos (1,3 kg/hab/año) o Brasil (0,8 kg/hab/año).
El principal destino de la industrialización de frutas de pepita es el jugo concentrado, produciéndose
en 2021 aproximadamente 17.000 Tn de jugo de manzana y 20.000 Tn de jugos de pera, (se requieren
en promedio 6,7 kg de manzana para obtener un kg de jugo concentrado, y en el caso de la pera la
relación es de 7,4 kg a 1 kg).
El 95 % de la producción argentina de jugo concentrado de pera y de manzana se exporta fundamentalmente a los Estados Unidos, abasteciendo a algo más del 30 % de ese mercado, que demanda jugo concentrado clarificado.
De la industrialización de la fruta también se pueden obtener los siguientes subproductos: deshidratado, sidra, pulpas, frutas desecadas, polvos, puré y fruta molida congelada.
Cantidad de productores
Al año 2021 existían 1.727 productores de frutas de pepita y carozo. Este valor, contrastado con los
2.599 fruticultores en actividad en 2011, marca una disminución de 872 productores, lo que implica
una merma del 33 % en un período de 10 años.
En cuanto a la superficie de las explotaciones, al año 2021 la mayoría de los fruticultores se ubicaba
en el estrato de hasta 30 ha, lo que representa el 87 % del total y otorga un definido perfil pyme al
sector y al territorio.
Teniendo en cuenta la edad promedio de los productores, con menos de 40 años actualmente permanecen en actividad solo el 10 % de los productores, el 37 % tiene entre 40 y 60, mientras que el 53 % supera los 60 años.
Mano de obra
El complejo frutícola es un gran generador de empleo por su carácter de demandante de mano de
obra. Moviliza entre 50.000 y 60.000 puestos de trabajo directos y 10.000 a 15.000 indirectos, lo
que impacta fuertemente en la estructura socioeconómica de la región.
El carácter mano de obra dependiente propio del sector constituye un aspecto clave, atendiendo que
se considera a la fruticultura como la actividad agrícola que más personas emplea por superficie.